domingo, 26 de octubre de 2008

Caballeros ecuestres


Pues resulta que no sé por qué me ha dado por acordarme de los caballos estos tan grandes. Dice aquí en la página que estoy leyendo que llegan a pesar algunos ejemplares hasta los mil kg. Debe ser un coñazo tener un caballo así porque tendrás que estar echándole de comer todo el día, seguro que come más que una lima.
El caso es que pensando pensando me he dado cuenta de que me haría mucha ilusión atropellar a una poca gente con un caballo así. Lo veo más original que lo de hacer el garrulo con un deportivo en medio de las calles de Madrid.
Sería interesante ir con armadura en plan Amadís de Gaula y gritando como un loco: no corráis hijos de la grandísima putaaaaaa!!!!!!!!!
Claro que no sé la velocidad que será capaz de desarrollar un equino de estos y lo malo es que tendrán poca agilidad, pero como a los que me gustaría atropellar no suelen hacer deporte seguro que al final los aplastaríamos mi caballo Cordero y yo. Porque una cosa importante es que tu caballo tenga nombre, y como buen rústico que soy le pondría Cordero, Pajarito, Almirante o algo así.
En fin, mi espíritu caballeresco y yo nos vamos a la ducha. Por cierto, creo que el que decoró al caballo éste no se paró a pensar en lo gay que le quedan los lacitos esos, y mucho ojo, que es caballo y no yegua...